” La violencia siempre destruye, ya lo sabía Aristóteles -y lo repitieron muchos como santo Tomás de Aquino- al que, obviamente, no leyeron en el Gobierno. Y no solo que no lo leyeron, sino que creen todo lo contrario, creen que los problemas de la violencia se solucionan con más violencia. Como dice Roberto Cachanosky “Un control lleva a otro, hasta que se termina ahogando por completo la actividad privada o el Gobierno termina hundiéndose en una catástrofe económica, social y política”.”