“Entre otras “esperanzas”, el Gobierno apostaba a que la depresión global lograra que los acreedores se conformaran con mucho menos, pero, en todo caso, fallaron en el timing, porque vuelve el optimismo, aunque, en mi opinión, es algo apresurado. Si bien el virus parece que va camino de controlarse, no está claro que los gobiernos levantarán tan fácilmente las restricciones que destruyen a la economía. Mientras que los “Treasuries” tienen un rendimiento de hasta 1.265% anual (el de 30 años) y son considerados muy seguros, Wall Street no ha parado de subir.”